Bienvenida (?)

*El joven para un momento de hacerle cosquillas, tras disfrutar de su reacción, girándose de nuevo hacia su plato, comenzando a recolectar spaghettis en su tenedor*

¿Una tregua hasta que terminemos de comer? Lo digo por tu bien -propone girándose de nuevo hacia ella.

*La chica se deja caer pesadamente en el sofá, con la cabeza apoyada en el brazo. Su respiración es ahora agitada e irregular a causa de las cosquillas.
-A mi... Se me ha... Quitado el hambre... -contesta entre jadeos de cansancio //sí, de cansancio//.
- Peeeero no los tires. Fríos también están ricos. -pasa la pierna por detrás de su espalda, tumbándose casi del todo, acomodada.- Espero que no te importe. Y, si te importa, no haberme hecho cosquillas.

*Josh se sentó un poco más adelantado en el sofá, dejando espacio para la pierna de la chica, cogiendo el plato de spaghettis de ella y acercándoselo*

-¿De verdad no te apetecen más? Si están muy ricos... -dice dejándolos después sobre la mesa, cogiendo su tenedor y repelando su plato. Cuando termina, agarra su coca cola y se la termina de beber, poniéndose en pie y recogiendo ambas cosas para llevarlas a la cocina.

*Azaora sube la otra pierna, tumbándose del todo, aunque poniéndose de lado para no ocupar mucho.
-No te preocupes. Asi tengo cena.- Sonríe, suspirando de cansancio y cerrando los ojos. El gatillo se estiró todo lo largo que era en el vientre de la chica, dormitando -al igual que la dueña-.
-Deja la mesa. Ya se quitará más tarde -le comenta, siguiendo sus movimientos con los ojos.
(Pues, para no ser la chacha, se lo está currando.)

El muchacho dejó el plato y el cubierto en el fregador, tirando la lata a la basura, volviendo luego al salón, sentándose en el sofá al lado de los pies de Azaroa.

-Te recuerdo que mi cena es una pizza hawaiana y que me la comprarás tu -le recuerda- Además, me la darás vestida con una falda hawaiana. O eso, u hoy friegas tu

-¡JA! -suelta una carcajada exagerada.- No me importa pedirte la pizza pero, si quieres que alguien vestido de Hawaiano te la entregue, lo pides a Telepizza. Soy tu compañera, no tu bufón -replica, dándole una patadita con los pies -cubiertos con calcetines- en la pierna.- Y no pienso pagarte la pizza. Tampoco soy tu madre.

*Joshua coge su pierna, haciéndole cosquillas en la planta de los pies*

-Encima de que te preparo la comida... -comienza a decir- ...¿así me lo pagas? Vaya una compañera... -la espeta en broma, sin dejar de hacerle cosquillas.

*Ante las cosquillas, comienza a patalear, tratando de liberar su pie de sus manos.
-¡AAAH! ¡SUELTA, SUELTA! -ordena entre gritos y alguna carcajada. Sufre pequeños espasmitos, "rebotando" asi encima del sofa.- ¡Vale, vale! Yo te pido la pizza, ¡pero estate quieto!- con la pierna libre, le da pataditas en el antebrazo.

*J deja de hacerle cosquillas, aunque no quita las manos de su pie*

-Pero fregarás los platos, ¿de acuerdo? -dice mirándola con una leve sonrisa,mientras mueve un poco los dedos por la planta de su pie- Es lo justo

*Abre la boca para replicar, sin embargo, decide callarse al notar la amenaza de las cosquillas de nuevo con el roce del dedo -el cual, sea dicho, hace que la chica sienta un escalofrío subir por su espalda-
-...Me las pagarás -promete, dando un tirón al pie para librarse de sus garras.- ¡Y ésta será la última vez que te salgas con la tuya! -levanta el puño, agitándo el brazo y entrecerrando los ojos

*Se acerca a ella, dejando su rostro cerca del suyo, sonriendo divertido mientras le da algunas palmaditas en la cabeza*

-Ya, ya pasó, ya -le dice intentando no reír- Tranquila, tendrás tu venganza, por supuesto -añade, volviendo a su posición original.- ¿Te hace dar una vuelta? A penas me conozco Madrid

*Azaroa se aleja algo de él, volviendo a adquirir una tonalidad rojiza en sus mejillas. Al oirle hablar, frunce el ceño. Aprovecha una de las manos que tiene libre para darle un chopo en la frente antes de que se aparte de ella.
-Ahora tendría que dejarte tirado en la calle para que no supieras volver -suspira- peero, como soy buena persona, te acompaño a dar la vuelta.

*La mano de la chica golpea su frente, aunque el joven no le hace el menor caso, incorporándose*

-Pues cálzate y nos vamos. Oh, y por ser tan buena persona, te dejaré que le eches tu la comida y el agua a Rocky. -añade acercándose a donde está el gato, agachándose y acariciándole un poco en la cabeza.

-¡Eeeepa! Las manos fuera del gato. Si es tuyo para acariciarle, también es tuyo para encargarte de él. -se sienta en el sofá, cogiendo sus Converse y poniéndoselas, parsimoniosamente, pues está algo amuermada y perezosa.
Una vez las dos deportivas en sus respectivos piés se levanta, estirándose. Va a buscar al armario de la cocina el pienso del gato, pero llevándose al final el plato de spaghuettis, dejándolos en el suelo.
-¡Nos vamos, gato! No me eches mucho de menos -le hace una monería a la mascota, coge las llaves y sale del piso.