Bienvenida (?)

*Azaroa metió la llave en la cerradura y giró hacia la derecha. Con un "click", la puerta se abrió.
-¿Holaaa? ¿Alguien en casa? -grita la chica al entrar dentro del piso, no muy espacioso, aunque cómodo y, en parte, acogedor.
Un leve tintineo la sobresaltó mientras cerraba la puerta.- ¡Rocky! Gato bonito -sonrió ampliamente, cogiendo al gato de colores pardos y lanzándose de espaldas al sofá, abrazándolo.

*Joshua estaba sentado en el sofá, viendo la tele tras una mañana en la universidad. Una mañana aburrida, como la mayoría. Cuando la puerta se abrió, el tintineo del gato le dijo que su compañera de piso había vuelto. Efectivamente, la chica se sentó a su lado en el sofá, con el gato en brazos*

-Buenas Aza -la saludó, girando la cabeza levemente para mirarla, volviendo a mirar la televisión después.

-Holaa -saludó cálidamente la chica, con una sonrisa de oreja a oreja. Se adelantó un poco para darle un pequeño beso en la mejilla, sabiendo de antemano que tenía pocas posibilidades de ser devuelto. Frotó un poco la mejilla contra el gato y le volvió a dejar en el suelo, mirando como el animalillo se iba con paso alegre a alguna de las habitaciones, a su cama, seguramente.
-¿Un buen día? -preguntó, después de su habitual demostración de amor hacia su mascota.

El joven sonrió casi imperceptiblemente tras el beso de la muchacha, poniéndose en pie y poniéndole una mano sobre la cabeza, revolviéndole los cabellos.

-Aburrido, como siempre -contestó el muchacho- Espero que el tuyo haya ido mejor -añade mientras avanza hacia la cocina. Dime, Aza, ¿has comido ya? Voy a preparar unos spaghetti, no me importa hacer para 2

*Levanta la cabeza, colocándose el castaño pelo, mientras observa cómo anda hacia la cocina. Aprovecha para tumbarse lo larga que es -aunque no sea muy mucho- en el sofá. (Spaghetti...) Se relame.
-¡Vale! Quieroquieroquiero -le mira con carita de cordero degollado- si de verdad no es molestia, claro -parpadea.

*Se gira para mirarla, negando con la cabeza mientras sonríe*

-No hace falta que te pongas así, iba a preparártelos de todas formas -le dice volviéndose, mientras los comienza a preparar- ¿Con tomate y carne picada? ¿O prefieres algo más? Aprovecha hoy, que estoy simpático

-¿Simpático? Eso es nuevo. ¿Estás seguro de que no te ha pasado nada especial? -se ríe, colocándose boca-abajo en el sofá, mirándo en dirección a él.
-Entonces, si te pido algo de beber, me lo traes? -bromea, apoyando los codos en el brazo del sillón, y la barbilla en las manos.- Y sí, boloñesa está bien ^^

-Dicen que para se psicólogo hay que estar fumado. Lo mismo lo estoy y no me he dado cuenta -contesta, colocando la carne en una sartén mientras hierve los spaghetti- ¿También la bebida? ¿Crees que soy tu chacha? *pregunta asomándose al salón* La cena corre de tu cuenta -se limita a contestar, volviendo a la cocina.

*Frunce el ceño, sacándole ruidosamente la lengua.
-Vale. ¿Pizza hawaiana o carbonara? -vuelve a darse la vuelta, poniéndose boca-arriba cual cucarachilla. Comienza a lanzar besos al aire hasta oir de nuevo el tintineo del cascabel.
-¡Gato míoo! Al menos tú me quieres, ¿a que sí? -coge al felino en brazos, colocándole sobre su tripa- ¿a que sí? -repite, haciéndole monerías.

*Tras hervir los spaghetti, los coloca en dos platos, echándoles el tomate y la carne. A uno de los dos le echa queso y un poco de pimienta. Coge ambos platos y los pone en la mesa del salón, que está al lado del sofá*

-Hawaiana. La pizza hawaiana -contesta volviendo a la cocina- ¿Qué quieres de beber? Aún nos quedan un par de coca colas, fantas....

*Se incorpora al sentir el olorcillo de los spaghetti acercándose desde la cocina, quedando ya sentada cuando los platos llegan. El gato se acomoda en un lado del sofa.
"-¿Qué quieres de beber? Aún nos quedan un par de coca colas, fantas.... -oye decir al chico. Sonríe ampliamente, contenta por haberse salido con la suya.- Cocacola, porfaa~

*Josh coge un par de coca colas, un par de tenedores y una barra de pan, llevándolo todo a la mesa. colocándole el tenedor al lado del plato y la coca cola detrás, haciendo lo mismo con lo suyo y sentándose al lado de ella*

-Que no se te olvide lavarte las manos, Aza, que has tocado a Rocky -le dice partiéndose un trozo de pan y abriendo la coca-cola.

-Ni que fuera un gato sarnoso... ¡Bien limpito que está! -se hace la ofendida, arrancándo un trozo de royo de cocina y pasándoselo por las manos. Coge otro, pasándoselo a él.
-En fin, que nos aproveche -se relame de nuevo, cogiendo con la diestra el tenedor y comenzando a remover, torpemente, la pasta con la carne y el tomate.
(Siempre igual... El día que aprenda monto fiesta -.-)

*J recibe el trozo de royo de cocina, dejándolo a un lado para usarlo a modo de servilleta. Con el tenedor, empieza a mover los spaghetti, mezclándolos con el tomate, la carne, el queso y la pimienta*

A ti si que te aprovechará, que tienes a un criado que te haga la comidas -le recirmina con una leve sonrisa, llevándose después algunos spaghettis a la boca- ¡Y a uno que cocina bien!

-Oish, es cierto. Mira, creo que a partir de ahora te llamaré Sebastián. ¡Sebastán, ábreme la lata! -ordena bromeando, mientras enrolla algunos spaghettis con el tenedor. Lo cierto era que el plato, que debería estar todo de un color más o menos uniforme, tenía manchurrones de tomate, y otras partes casi blancas. Pero eso era lo de menos. Lo importante era el hambre. Rápidamente, se lleva el tenedor a la boca*

-Por supuesto, oh ama -contesta cogiendo la coca cola de Aza, abriéndola...y dándole un largo trago, dejándosela a su lado, cogiendo la suya y poniéndola al lado de ella- ¿Quieres que abra también tu nueva coca cola? -añade dirigiéndole la mirada durante un breve momento, para luego mirar a la tele, donde están dando padre de familia.

-Añañañañaña -recrimina, cogiendo la cocacola ya abierta y chupando alrededor del agujero.
-¿Qué, todavía la quieres? -pregunta sonriendo, cogiendo con la mano libre la otra lata, aún sin abrir.- Eso te pasa por desobedecerme, Sebastián. -vuelve a sacarle la lengua.

*"Sebastián" coge la coca-cola que su compañera ha lamiedo, lamiendo donde ella lo ha hecho, bebiendo un poco después y dejándola fuera de su alcance*

-Uhm, ahora está hasta más rica -comenta mientras sigue comiéndose los spaghetti.

-Bah, maldito... Eh... No-escrupuloso -vuelve a meterse en la boca el tenedor con una buena cantidad de spaghettis, quedando con los carrillos hinchados y uno saliéndole de la boca. Comienza a masticar con dificultad, acción que se refleja en su rostro. Finalmente, termina por sorber el pequeño spaghetti. "¡Ay!" se queja, una vez toda la bola de comida ha pasado por su garganta.

-Oh...te caben muchos spaghettis en la boca.... -dice sin poder evitarlo, fijándose en Aza y mirándola de forma pervertida a la vez que una sonrisilla divertida se dibuja en su rostro.

*Azaroa nota un atragantamiento al oir sus palabras.
-¿¡Q... Qué dices?! -pregunta azorada, notando calor desprenderse de sus mejillas, por lo cual supone que éstan se empezaban a poner coloradas.- De verdad... Eres un caso -contesta, evitando mirarle, haciendo que se concentra en abrir su bebida.

*Joshua comienza a reír de forma un tanto ruidosa, notando el enrojecimiento de la chica*

-Está bien, está bien -dice intentando dejar de reír- La dejaré comer tranquila, ama. Así que me guardaré las bromas para cuando termine, si eso le place -añade con un tinte de ironía, terminando ya la mitad de su comida y dando cuenta de un trozo de pan.

*La chica infla los mofletes y frunce el ceño. Coge un cacho de miga de pan, la sobetea hasta que queda más o menos circular y se la lanza, apuntando a la frente de Joshua.
-Ya te daré yo broma... -susurra, comenzando de nuevo a comer y esperando a que la rojez de sus mejillas disminuya*

*Evidentemente, la pelotita pan golpea la frente del chico, el cual la ignora aparentemente. Aparentemente porque, en cuanto la chica no tiene comida en la boca, le da con el dedo en un costado repetidas veces, para hacerle cosquillas*

-Aquí el que da soy yo, Aza

*Da un bote según nota su dedo en el costado, tratando de aguantar la risa
-¡Aaaay! ¡No! ¡No valeee! -no puede evitar soltar algunas pequeñas carcajadas, que van conviertiéndose poco a poco en una risa algo estruendosa. Sube una pierna al sofá y se va echando hacia atrás a modo de reflejo.- ¡Rocky, ayuda! ¡Ataca! -el animal permanece inmóvil- ¡Ayuda, gato cobardeeee!.