Dando una vuelta

*Tras un viajecito en metro, Aza y Josh llegaron a la Gran Vía. A pesar de los meses que llevaba en Madrid, J apenas conocía la ciudad. Además, su sentido de la orientación no era muy bueno, por lo que con los primeros pasos ya se encontraba algo perdido*

-Espero que seas una buena chica y no intentes perderme. Claro que tampoco te costaría mucho

*Aza salió sonriente a la luz de un sol encapotado por las nubes. Como solía decirle su madre "a veces el Sol sale con paragüas". Buscó con la mirada a J, sonriendo para sus adentros. (Realmente es como otro más) se dijo a sí misma.
-Bueno, ya hemos llegado -comentó, señalando con la cabeza la gran calle que se extendía cuesta-abajo. Sin embargo, sólo podían verse cabezas y colorines, predominantemente negro. La chica echó a andar, dándose la vuelta varias veces para ver si su acompañante no se había perdido por el camino. Los comercios, como cafeterías, estaban casi a rebosar; sin embargo, un poco menos de éxito tenían las grandes tiendas de ropa.
-En fin, ¿qué quieres hacer?

*El joven seguía a la muchacha, a pocos pasos detrás suyo, esquivando a toda la gente que recorría la bulliciosa calle. Dando un par de pasos más rápidos, se colocó a la altura de la chica*

-Pues... -comenzó a decir, mirando a su alrededor. Las cafeterías estaban a rebosar, y las tiendas de ropa no me le atraían en demasía- Tu eres la madrileña. Sorpréndeme

*Le mira de reojo, ahora que puede.- Tú eres el que querías ir a dar una vuelta. Si no sabes a qué bajabas... -continua avanzando, no muy rápidamente, por aquella ancha calle de Madrid. Miró a su alrededor, pensando qué hacer.
-Supongo que podemos tomar algo... Porque no creo que te entusiasme mucho la idea de estar tirado en algún parque -se encogió de hombros, mirando a su alrededor. Bien pensado, se le antojaba algo con chocolate. Y otra cosa no, pero tiendas donde vendan dulce, en Madrid...

-Lo del parque no es mala idea, pero hace algo de frío, así que preferiría estar a cubierto -contesta frotándose un poco las manos. Mirando a su derecha, puede ver un café con algunas mesas libres- Si te hace, podemos entrar ahí

*Desvió la mirada hacia la cafetería. No tenía mala pinta.- Vamos, pues -se animó. Bajó un poco más, hasta un paso de cebra cercano, pues el tráfico en esa calle no era poco.
Esperaron hasta que el deseado muñequito verde apareció en el semáforo. Tras cruzar la carretera, puso rumbo calle arriba para llegar al establecimiento. El olorcillo a café se fusionaba con el de el humo de los coches.

-Uhm, café con gasolina, delicioso y combustible -dice Joshua en voz baja, quien también había olfateado el aire. Abrió la puerta de la cafetería, haciéndole un gesto a Aza para que entrase- Soy un perfecto caballero -bromeó.

*La chica no pudo evitar reirse al ver a Joshua sujetándole la puerta.
-Gracias, caballero -dijo con algo de ritintín, aunque sonriéndole de manera sincera.- Si quieres puedes ir a sentarte. ¿Qué te pido? -ofreció, observando mientras lo que tomaba la gente. (Café... Colacao... Que rico todo). Suspiró inperceptiblemente y volvió a mirar a J.

*El chico pasó tras ella, soltando la puerta para que se cerrase. Cogió un periódico que había en la barra y se sentó en una mesa, al fondo de la cafetería*

-Pídeme un café solo, por favor -dijo mientras se dirigía a la mesa. Al llegar, se sentó en una de las dos sillas y comenzó a leerlo. Enarcó una ceja con una noticia en particular, que no le gustaba para nada.

-Un café sólo y... Euh... Un Colacao -pidió al acercarse a la barra. Mientras lo preparaban, la chica apoyó un codo en la barra, y una mejilla sobre la mano. Miró de reojo a Josh, el cual estaba ocupado con el periódico. Aunque, al fijarse en su expresión, vió que algo no cuadraba.
Cogió su colacao con una mano, mordió dos paquetitos de azucar, y el café con la otra mano libre. Se dirigió hacia la mesa.
-¿Qf pfa? -preguntó, antes de soltar el azucar. Dejó los vasos en la mesa y se sentó.

*El chico alzó la vista, dejando el periódico en la mesa, cogiendo el café con una mano y quitándole los dos paquetillos de azucar de la boca con la otra*

-Gracias, Azaroa -le dedica una leve sonrisa, cogiendo de nuevo el periódico y dándole la vuelva, de forma que ella pueda leer la noticia. Al parecer, un partido llamado PO había pedido elecciones anticipadas. Y las habían concedido -No es algo muy común

-De nada, Joti -contestó ella, con cara de niña buena. Bajó la vista hasta el periódico, comenzando a leer la noticia mientras mareaba el colacao con la cucharilla. Alzó una ceja.
-Bueno, nunca me consideré muy enterada en política... Pero no, no es muy común. -repitió el gesto de la barra -codo en la mesa y mejilla en la mano-, sin dejar de remover el vaso.
-Y, ¿qué piensas hacer? -preguntó al cabo de un rato.

*Josh negó lentamente con la cabeza ante la reacción de la chica, evitando el darle una colleja por como le había llamado*

-Tan solo espero que la O no signifique lo que creo -suspira en voz baja, agachando la cabeza para echarle el azucar al café, alzándola para mirarla a ella luego- ¿Qué pienso hacer con respecto a qué?

-Sobre las votaciones -le mira como si fuera obvio, pese al silencio que se había hecho- ¿sobre qué si no? -puso los ojos en blanco, llevándose el vaso a la boca para darle un trago a la bebida. Suspiró al tragar, dejando éste sobre la mesa de nuevo, encima del circulito de colacao seco que se había quedado en la madera.

*Joshua bebió un poco de su café tras mover el azúcar*

-La verdad, no se que haré -dijo pensativo- Pero algo de aquí no me gusta. Ciertamente, este partido me da mala espina.

-Es lógico. Dudo que a alguien le parezca "normal" esto. Pero es lo que nos ha tocado... -va bajando el tono de voz según pronuncia cada palabra.- No creo que nadie hubiera elegido vivir con esta situación -habla más casi para sí misma que para él. No es que no le hiciera caso... Era, simplemente, que se había olvidado de dónde estaba. Su cabeza estaba lejos. En "Alemania". Con su hermano.

-Solo espero que la "O" no venga de donde yo creo -susurró en el mismo tono en el que hablaba ella, también más para sí mismo. Cuando la miró, pudo ver que su mente no estaba ahí con él, así que le dió un leve golpecito en la frente- Tierra llamando a Azaroa. Tómate el colacao antes de que te lo quite -bromea.

*La chica levantó la cabeza, sobresaltada, llevándose una mano a la frente en acto reflejo.
-¿Eh? ¡Ah! Sí... El... Colacao -le miró, sonriendo a modo de disculpa. Con asombrosa velocidad, consiguió terminarse su vaso, dejándolo en la mesa con un leve golpe e inspirando fuerte para recuperar la respiración. -Aaay, grumitos -w- -resbaló por la silla, quedando mal sentada.

*El muchacho enarcó una ceja, algo intrigado por lo que le podía pasar a su amiga por la cabeza, aunque prefirío no preguntar. Cogió el periódico y lo lanzó a la mesa de al lado, desocupada, agarrando luego su café y dándole otro sorbo*

-Sigue sentándote así y terminarás con la espalda destrozada -comenta con una pequeña sonrisa, sentándose él de la misma forma.

*Movió la cabeza acorde con la trayectoria del periódico, volviendo a mirar a Josh al oir su voz. Sonríe de medio lado al ver su postura.
-Bueno, ya me darás un masaje para ponerme buena -parpadea 3 veces seguidas, a modo de broma. Mientras tanto, sus manos se dirigieron a una servilleta, haciendo rollos con ella, estrujándola y alisándola, etc...

*Contemplais a unos jovenes bastante altos y fuertes acercarse a mirar el periodico mientras salían de la cafeteria y empezando a reirse y a chocar entre ellos como si fuese algo que esperaban, acto seguido dejan la cafetería*

-Tendrás que esforzarte si quieres que use estas preciosas manos en ti, muñeca -contesta mostrando sus manos con una divertida sonrisa en el rostro, tras lo cual se sienta bien, terminándose el café. Luego observa al par de jóvenes, alzando levemente una ceja en señal interrogante.Creo que iré a pagar mientras tu te terminas el Cola Cao. Ya me invitarás a mi otro día -añade poniéndose en pié y acercándose a la barra para pagar.

*La chica le sacó la lengua, poniendo morritos. (Conque esas tenemos, ¿eh? Se va a enterar.) pensó. Sin embargo, unos jóvenes llamaron su atención al acercarse a la mesa de al lado, mirando la prensa. Esperaba ver en sus caras desconcierto e indignación, sin embargo, se sorprendió notablemente al ver su alegría. (¿Gente peligrosa?)
-Creo que iré a pagar mientras tu te terminas el Cola Cao. Ya me invitarás a mi otro día -oyó decir a Josh.
-Ten cuidado -contestó, medio ausente.

*Los chicos al salir veis como se quedan hablando por el movil en la puerta apollados en la cristalera*

*J se acercó a pagar, dando el dinero por lo suyo y lo de Aza, fijándose en los tipos de antes y volviendo entonces a la mesa*

-Vámonos -dijo en un tono casi imperativo. Sabía que ella había pensado lo mismo, así que las explicaciones sobraban.